02 Daydreamer: Fallen Empires - La biblioteca en los pantanos

Autor edrperez Tiempo de lectura 34 minutos

Una segunda partida con Daydreamer: Fallen Empires como reglamento y estructura. Cartas, tablas y otros recursos como inspiración.

PNJ

  • Consorcio Retorno (anterior cliente)
  • Los Artistas (grupo mercenario rival)

Personajes

  • Guerrero psiónico: 3 MP / aventura.
  • Exo-Mirmidón: escudo y vibrolanza, +1 pelea.
  • Contrabandista: Carisma +1.
  • RipperDoc: Mecánico/cirujano. Curar 1 herida o instalar ciberprotesis.
  • Hacker: CS, Matrix +1

Anterior

  • Quest #19 y Adventure #2. Partida en YouTube.
  • Background plot: Gold rush en Hawul, misma zona que Z47.
  • Shadow plot: The first boss you defeated kidnap your first boss. Porque You unknowingly stole a location map ya que quiere To enslave the galaxy.

Actual

Quest: 1d20: [14] = 14. [A former Enemy]􀀬 ask you to bring/escort [a location]􀀭 in [someplace]􀀮 on Z47 y Adventure: 1d12: [12] = 12.
*1d100: [54] = 54. Socity. 1d100: [55] = 55. Library. *

Unas semanas después, en camino hacia Hawul donde se ha descubierto un yacimiento de un importante mineral, el grupo recibe una transmisión de la corporación Socity, un viejo enemigo, solicita de los servicios para recuperar unos data cubos de una biblioteca ubicada entre los pantanos de Z47, que está en la misma zona estelar que Hawul. El grupo acepta aunque con desconfianza.

Primera escena

[An Unexpected Event]􀂲 occurs on this planet. (Major threat).

El verdoso planeta Z47 aparece en las pantallas de navegación. Sus extensos pantanos putrefactos ocupan la mayor parte de la superficie visible, mientras los sistemas de la nave desglosan la información básica del planeta: civilizaciones dominadas por una Inteligencia Artificial, mercado de robots... datos que ya se conocen pero que siempre es útil repasar.

—Extraña petición —comenta el Contrabandista, girando entre sus dedos el chip de pago que Socity había adelantado—. ¿No fueron ellos quienes intentaron sabotear nuestro motor de hipervelocidad en Candrama 7?

El Hacker asiente mientras sus dedos flotan sobre las interfaces de navegación.

—Sí, pero pagaron bien por adelantado. Y necesitamos los créditos después de reparar los daños del último trabajo.

La nave desciende hacia Z47, acercándose a las coordenadas establecidas para el encuentro inicial. El RipperDoc observa las lecturas atmosféricas con preocupación.

—Los sensores detectan niveles elevados de metano y compuestos sulfúricos. Tendremos que usar máscaras respiratorias si bajamos.

De repente, todas las alarmas de la nave comienzan a sonar. En las pantallas aparecen símbolos de advertencia que el Hacker intenta descifrar rápidamente.

—¡Es una lluvia de meteoritos! ¡No aparecía en ninguna de las previsiones!

A través del cristal de la cabina, pueden verse decenas de objetos brillantes atravesando la atmósfera a gran velocidad. Pero hay algo extraño en ellos: no parecen rocas naturales. Sus trayectorias son demasiado precisas, demasiado coordinadas.

—¡Eso no son meteoritos! —grita el Exo-Mirmidón, señalando uno que pasa peligrosamente cerca de la nave—. ¡Son drones de combate!

La nave se sacude violentamente cuando uno de los drones impacta contra el ala derecha. El sistema de propulsión comienza a fallar y la nave entra en un descenso descontrolado hacia los pantanos.

—¡Todos a sus posiciones de impacto! —ordena el Guerrero Psiónico, abrochándose los arneses de seguridad—. ¡Esto va a ser un aterrizaje duro!

Los controles apenas responden. El pantano se acerca cada vez más en las pantallas. El Hacker intenta desesperadamente estabilizar la nave, pero los sistemas críticos están fallando.

—Creo que puedo hacer algo —dice el Guerrero Psiónico, cerrando los ojos y concentrándose—. Voy a intentar crear un campo de energía psiónica para amortiguar el impacto.

Va a usar los 3 MP y le daré un +1.

🎲 5 /(D6+1). Seguro.

Una luz azulada comienza a emanar del cuerpo del Guerrero Psiónico. Sus ojos, ahora completamente blancos, parecen mirar hacia otro plano de existencia mientras gotas de sudor perlan su frente. Extiende las manos hacia adelante y la energía fluye de sus dedos, formando una burbuja luminiscente que envuelve toda la nave.

—¡Mantengan todo apagado! —grita con voz tensa—. ¡Cualquier interferencia electrónica podría romper el campo!

El pantano se acerca vertiginosamente. La maleza putrefacta y el agua negra parecen extender sus brazos para recibirlos en un abrazo mortal. El Hacker desactiva todos los sistemas excepto los básicos de soporte vital.

El Guerrero Psiónico tiembla por el esfuerzo psíquico, venas palpitando en sus sienes. La energía psiónica vibra y fluctúa, pero se mantiene firme alrededor de la nave como un capullo protector.

—¡Impacto en tres... dos... uno! —anuncia el RipperDoc, aferrándose a su asiento.

La nave golpea la superficie del pantano con un estruendo que sacude cada tornillo y soldadura. Rebota violentamente una vez antes de deslizarse sobre el agua negra y viscosa, cortando a través de la vegetación alienígena. El campo de energía psiónica actúa como un cojín, absorbiendo gran parte del impacto y transformándolo en ondas luminosas que se disipan en el aire.

Finalmente, la nave se detiene en un claro pantanoso, medio hundida pero fundamentalmente intacta. El Guerrero Psiónico suelta un último suspiro de esfuerzo antes de desplomarse en su asiento, exhausto pero consciente.

—Funcionó —murmura con una leve sonrisa, respirando pesadamente.

El Exo-Mirmidón se levanta primero, verificando que todos estén bien antes de mirar por la ventana.

—No reconozco esta parte del pantano. Estamos lejos del punto de encuentro.

El Contrabandista activa un mapa holográfico y frunce el ceño.

—Al menos diez kilómetros de distancia. Y por el aspecto de la nave, no volveremos a despegar sin reparaciones importantes.

El RipperDoc termina un rápido escaneo del exterior y niega con la cabeza.

—El aire es respirable, pero apenas. Alta concentración de esporas y bacterias desconocidas. Recomiendo máscaras completas.

Mientras el grupo se prepara para salir, el Hacker nota algo en su pantalla portátil.

—Esos drones... tenían firmas de Socity. —Su rostro se endurece—. No fue un ataque al azar. Sabían exactamente dónde estaríamos.

El Guerrero Psiónico, recuperándose lentamente, mira al grupo.

—Parece que nuestros antiguos enemigos no son tan antiguos después de todo. La pregunta es: ¿por qué molestarse en contratarnos si planeaban derribarnos?

—Quizás porque lo que hay en esa biblioteca es demasiado importante —sugiere el Contrabandista, comprobando su blaster—. Y ahora estamos justo donde querían que estuviéramos: varados en un planeta hostil, obligados a buscar su preciada ubicación a pie.

El grupo recoge su equipo esencial, se coloca las máscaras respiratorias y se prepara para abandonar la nave. Afuera, el pantano los espera con sus extraños sonidos y su olor pútrido, mientras las luces de los drones de Socity continúan brillando en el cielo lejano.

Segunda escena

An unexpected [event]􀂳 blocks your way. (minor threat)

El grupo avanza penosamente a través del pantano. La vegetación fluorescente emite un resplandor verdoso que apenas ilumina el camino. De repente, el Hacker se detiene en seco, levantando una mano.

—Algo se mueve más adelante.

A unos metros, un pequeño objeto metálico emerge del fango. Parece un insecto mecánico del tamaño de un puño. Tras él, docenas más comienzan a surgir, formando un enjambre que bloquea el único sendero transitable.

—Parecen unidades de mantenimiento —observa el RipperDoc—. Diseñadas para reparar la infraestructura subterránea. Pero hay algo raro en su comportamiento.

El enjambre avanza hacia ellos, las pequeñas máquinas coordinándose con precisión inquietante. No parecen hostiles, pero tampoco dispuestos a ceder el paso.

—Déjenme intentar —dice el Hacker, sacando su unidad portátil de interfaz—. Podría reprogramarlos para que nos dejen pasar.

Voy a darle un +1 pues es lo que hace mejor.
🎲 3 /(D6+1). Herido.

El Hacker se acerca cautelosamente al enjambre, su unidad de interfaz emitiendo una suave luz azul. Sus dedos se mueven con rapidez sobre la superficie holográfica.

—Tienen un sistema de seguridad básico... creo que puedo... —murmura mientras intenta penetrar la programación de las máquinas.

El enjambre zumba y se agita. Varias unidades rodean al Hacker, escaneándolo. De pronto, una de ellas emite un pitido agudo.

—¡No es bueno! —grita el Contrabandista—. ¡Aléjate de ahí!

Antes de que el Hacker pueda retroceder, varias máquinas saltan sobre él. Sus pequeños apéndices metálicos penetran los guantes de protección y se conectan directamente a los implantes neurales de sus muñecas.

Un grito de dolor escapa de su garganta. Chispas eléctricas recorren sus brazos mientras las máquinas fuerzan una conexión invasiva. El Exo-Mirmidón se lanza hacia adelante, arrancando varias unidades con su vibrolanza.

—¡Mi sistema está comprometido! —jadea el Hacker, cayendo de rodillas—. Están descargando algo en mi red neural...

El Guerrero Psiónico concentra su energía y genera una onda de choque psiónica que dispersa al enjambre. El RipperDoc arrastra al Hacker a una zona segura.

—Quemaduras de primer grado en ambas muñecas —diagnostica rápidamente—. Y sus implantes están sobrecargados. Puedo estabilizarlo, pero necesitará una revisión completa cuando regresemos.

Mientras el RipperDoc atiende al Hacker, el Contrabandista examina una de las máquinas dañadas.

—Miren esto —señala un pequeño símbolo grabado en su carcasa—. Es el logo de Socity. Han reprogramado la infraestructura local.

El Hacker, pálido pero consciente, asiente débilmente.

—Logré ver un fragmento de su programación. Están rastreando algo... una firma de energía específica. Y creo que ahora tienen mis datos biométricos.

El grupo observa el camino adelante. El enjambre se ha retirado, pero la amenaza es clara: Socity controla más de este planeta de lo que pensaban.

—Tenemos que seguir moviéndonos —dice el Exo-Mirmidón—. Y estar preparados para más sorpresas.

Tercera escena

[The Boss]􀂴 captures you! you're held in [a location]􀂵. (minor threat)

Tras varias horas de travesía por el pantano, el grupo divisa una estructura semiesférica emergiendo entre la vegetación: una antigua cúpula de observación, su superficie metálica corroída por décadas de exposición a los gases corrosivos del pantano.

—Podríamos parar aquí —sugiere el RipperDoc, señalando al Hacker que camina con dificultad—. Necesito revisar sus implantes con más detalle.

Al aproximarse a la entrada, notan que la puerta está sorprendentemente bien mantenida. Apenas entran, las luces se encienden automáticamente y la puerta se sella tras ellos con un siseo hermético.

—Es una trampa —murmura el Exo-Mirmidón, desenfundando su vibrolanza.

Una figura emerge de las sombras. Su cuerpo está cubierto por una armadura corporativa con el logo de Socity, pero su rostro está oculto tras un elaborado casco de oficial ejecutivo.

—Bienvenidos a mi estación de observación —dice una voz artificial, claramente procesada para ocultar su identidad—. Han sido más persistentes de lo que anticipaba.

—¿Eres el jefe de Socity? —pregunta el Contrabandista, manteniendo una mano cerca de su blaster.

La figura inclina ligeramente la cabeza.

—Director de Operaciones Especiales. Ustedes tienen algo que me pertenece. O más bien, saben algo que necesito.

Antes de que puedan reaccionar, pequeños orificios en las paredes liberan un gas verdoso. El Guerrero Psiónico intenta crear una barrera pero su agotamiento le vence.

Uno a uno, caen inconscientes.

Es el turno del Contrabandista para negociar o engañar.
Voy a darle un +1 pues se dedica a eso.
🎲 4 /(D6+1). Herido.

El Contrabandista despierta primero, atado a una silla en el centro de la cúpula. Sus compañeros están igualmente inmovilizados, algunos aún inconscientes. El Director de Socity lo observa desde un terminal de control.

—Veo que eres resistente a los sedantes —dice la figura enmascarada—. Una cualidad útil en tu... profesión.

El Contrabandista parpadea para aclarar su visión, evaluando rápidamente la situación.

—Mira, todos somos profesionales aquí —responde con voz calmada—. Nos contrataste para entregar algo. Si cambiaste de opinión, solo tenías que decirlo.

—Ah, pero nunca quise que entregaran nada. —El Director se acerca—. Quería atraerlos aquí, lejos de cualquier ayuda. Ustedes recuperaron un mapa de localización en Laconia. Lo robaron sin saber su importancia.

El Contrabandista arquea una ceja.

—No recuerdo haber tomado ningún mapa...

—El implante craneal del tigre holográfico. No era solo un dispositivo de proyección. Contenía las coordenadas de algo muy valioso. —El Director presiona un botón y una proyección aparece en el centro de la sala—. Un artefacto capaz de controlar sistemas nerviosos a escala planetaria.

En su visión periférica ve que el Exo-Mirmidón ha despertado. En ese momento el Contrabandista ve su oportunidad.

—¿Y por qué no trabajamos juntos? Nosotros tenemos lo que necesitas, tú tienes los recursos... —Sutilmente mueve su muñeca contra las ataduras, sintiendo que una está ligeramente suelta.

El Director considera la propuesta y se acerca, bajando la guardia momentáneamente.

—Interesante. ¿Qué propondrías exactamente?

En ese instante, el Contrabandista libera su mano y lanza el pequeño disco de corte que mantenía oculto en su manga. El disco golpea el panel de control, provocando un cortocircuito que apaga las luces. Aprovechando la oscuridad, logra desatarse parcialmente, pero el Director reacciona con rapidez. Un disparo de energía atraviesa el hombro del Contrabandista, quemando tejido y nervios.

A pesar del dolor lacerante, logra alcanzar su cuchillo de emergencia y corta las ataduras del Exo-Mirmidón, quien inmediatamente se lanza contra el Director. En la confusión, el Director activa una puerta oculta y escapa, mientras un sistema automático de seguridad comienza a sellar todas las salidas.

—¡Tenemos que movernos! —grita el Contrabandista, presionando su hombro sangrante.

El RipperDoc, ahora despierto, examina rápidamente la herida.

—Daño de segundo grado en el tejido nervioso. Puedo estabilizarlo, pero necesitarás una regeneración completa después.

El Exo-Mirmidón libera al resto de compañeros y buscan una salida. El Hacker, aún debilitado por el encuentro anterior, localiza un conducto de ventilación.

—Por aquí. Lleva a un túnel subterráneo que podría conducirnos hacia la biblioteca.

Mientras escapan, el Contrabandista encuentra una tableta de datos abandonada.

—Miren esto. Son fragmentos del mapa que mencionó. Pero está incompleto.

El grupo se adentra en el túnel subterráneo, dejando atrás la cúpula mientras las alarmas comienzan a sonar. El Director ha escapado, pero ahora saben qué busca realmente: no solo una biblioteca, sino un arma de control mental a escala planetaria.

Clímax

[A Strange Phenomenon]􀂷 threat the place! make a spectacular escape with [a technology]􀂸 (Major threat) Your target is here! You learn [boss] master plan􀂹

Tras horas avanzando por el túnel subterráneo, el grupo emerge en una enorme caverna natural. La biblioteca de Socity se revela ante ellos: no es una estructura convencional, sino un complejo sistema de datos biorgánicos. Vides luminosas recorren las paredes, conectando estantes de cristal donde flotan cubos de datos en una especie de fluido amniótico.

El Exo-Mirmidón observa maravillado el espectáculo.

—Nunca había visto nada igual. Es como si fuera parte del pantano.

El RipperDoc escanea el ambiente con sus implantes.

—Es tecnología simbiótica avanzada. Los contenedores de datos están fusionados con organismos vivos. Literalmente una biblioteca viviente.

En el centro de la caverna, sobre una plataforma elevada, encuentran lo que buscan: un antiguo pedestal que alberga un cubo de datos más grande y brillante que los demás.

—Ahí está nuestra entrega —señala el Contrabandista, sosteniendo aún su hombro herido.

Apenas se acercan al pedestal, una alarma silenciosa parece activarse. Las vides biorgánicas comienzan a palpitar con mayor intensidad.

—Algo no va bien —murmura el Hacker, observando los patrones lumínicos que recorren las paredes.

De pronto, el suelo tiembla. Pequeñas gotas comienzan a caer del techo, pero no es agua: es un fluido viscoso que, al tocar el suelo, comienza a burbujear y expandirse rápidamente.

—¡Es una defensa automática! —grita el RipperDoc—. ¡Algún tipo de organismo digestivo!

El líquido se extiende por el suelo, disolviendo todo lo que toca. Simultáneamente, las salidas de la caverna comienzan a sellarse con membranas biológicas.

Es el turno del Exo-Mirmidón, de alguna manera tiene que recuperar el cubo de datos y encontrar una forma de escapar.

🎲 1 /D6. Muerte.

El Exo-Mirmidón evalúa rápidamente la situación. El fluido corrosivo avanza, devorando el suelo metálico con un siseo amenazador.

—Puedo llegar al pedestal —dice, activando su escudo de energía—. Cubridme.

Sin esperar respuesta, se lanza hacia la plataforma central. Su pesada armadura le permite avanzar con paso firme, mientras utiliza su vibrolanza para apartar las vides que intentan atraparlo. El líquido comienza a salpicar contra su escudo, provocando pequeñas chispas donde hace contacto.

—¡Ten cuidado! —grita el RipperDoc—. ¡Ese fluido está descomponiendo la aleación de tu armadura!

El Exo-Mirmidón llega al pedestal y toma el cubo de datos. En ese instante, todo el sistema parece reaccionar violentamente. Las vides se agitan frenéticamente y el fluido corrosivo comienza a brotar con mayor intensidad.

—¡Lo tengo! —exclama victorioso.

Mientras gira para regresar, no nota una fina membrana que se forma bajo sus pies. Cuando da el primer paso de regreso, la membrana cede, y su pierna se hunde en un pozo de fluido concentrado.

Un grito desgarrador escapa de su garganta. La armadura de su pierna se disuelve instantáneamente, seguida por la carne y el hueso. El dolor es insoportable. Intenta sostenerse con su vibrolanza, pero las vides la envuelven, arrastrándolo más profundamente hacia el pozo corrosivo.

—¡No! —El Contrabandista intenta avanzar, pero el RipperDoc lo detiene.

—Es demasiado tarde.

Con un último esfuerzo, el Exo-Mirmidón lanza el cubo de datos hacia sus compañeros. El Hacker lo atrapa en el aire.

—¡Salid de aquí! —grita el Exo-Mirmidón, mientras el fluido alcanza ya su torso—. ¡La consola... lateral... secuencia de autodestrucción!

Son sus últimas palabras antes de ser completamente engullido por el pozo corrosivo.

El Hacker, pese a sus heridas, se lanza hacia la consola que señaló su compañero. Sus dedos vuelan sobre la interfaz mientras el líquido continúa avanzando hacia ellos.

—Encontré algo. Un sistema de evacuación de emergencia y... —Sus ojos se abren con sorpresa—. Un registro completo del plan del Director. Esto no es solo una biblioteca, es el núcleo de control de un sistema de dominación planetaria.

Una compuerta se abre en la pared opuesta, revelando una cápsula de escape.

—¡Moveos! —grita el Contrabandista, empujando a los demás hacia la salida.

Apenas entran en la cápsula, el Hacker activa la secuencia. La cápsula se sella y sale disparada a través de un túnel de evacuación, mientras tras ellos, la biblioteca comienza a autodestruirse, llevándose consigo los restos del valiente Exo-Mirmidón.

Final

[The Boss]􀂺 pursue/attacks you with [a technology]􀂻 in [a (crazy) location]􀂼 (Major threat)

La cápsula de escape emerge violentamente en la superficie, estrellándose contra un complejo industrial abandonado. Entre el vapor y los escombros, el grupo sale tambaleándose.

—Una fábrica de robots —murmura el Hacker, reconociendo los antiguos brazos mecánicos y las líneas de ensamblaje—. Esta debe ser una de las instalaciones originales de Z47.

El RipperDoc examina el cubo de datos que costó la vida del Exo-Mirmidón.

—La información está intacta. Según esto, Socity no solo quería controlar Z47, sino usar la tecnología de esta biblioteca para dominar sistemas nerviosos a escala planetaria.

Un zumbido metálico interrumpe su análisis. Docenas de luces se encienden en la oscuridad de la fábrica. Robots oxidados, abandonados durante décadas, comienzan a activarse uno tras otro.

—No es posible —susurra el Guerrero Psiónico—. Estos modelos deberían estar obsoletos.

Una figura aparece en la pasarela superior. El Director de Socity, ahora sin su casco, revela un rostro mitad humano, mitad máquina.

—Debería agradecerles —su voz resuena amplificada por la fábrica—. Me ahorraron el trabajo de recuperar el núcleo de datos. Ahora solo necesito tomarlo de sus cadáveres.

Levanta un dispositivo que parece un cetro tecnológico. Al activarlo, todos los robots de la fábrica se orientan hacia el grupo, sus ópticas brillando con luz roja.

—El Controlador Neural Maestro —dice el Director—. Un prototipo, pero suficiente para demostrarles lo que planeo para el sector.

Los robots avanzan lentamente, rodeando al grupo desde todas direcciones.

Ya sólo queda el RipperDoc en condiciones de presentar pelea, debe neutralizar el Control Neural Maestro. Podría usar el Hacker para hacer algo directamente, ¿tal vez lo puede ayudar?, pero la daré el protagonismo para la escena final al doctor.
Diré que tiene un +1 por el peligro.
🎲 3 /(D6+1). Herido.

El RipperDoc analiza rápidamente la situación mientras los robots se aproximan. Sus ojos implantados escanean el Controlador Neural, identificando su frecuencia operativa.

—Puedo contrarrestarlo —murmura—. Mis implantes tienen capacidad de interferencia neural.

Gira hacia sus compañeros.

—Necesito acercarme lo suficiente. Cubridme.

El Contrabandista, pese a su hombro herido, extrae su blaster.

—Te daremos tiempo.

El RipperDoc avanza entre las máquinas, esquivando sus lentos pero letales brazos metálicos. Su especialidad no es el combate, pero años trabajando con circuitos neuronales le han dado un conocimiento profundo de cómo funcionan estas máquinas. El Hacker, desde su posición, logra interferir momentáneamente con algunos robots, creando un pasillo para que el RipperDoc avance.

—¡No llegarás a tiempo! —grita el Director, intensificando la señal del Controlador.

El RipperDoc alcanza la escalera que lleva a la pasarela superior. A medio camino, un robot logra sujetarlo por la pierna. El metal oxidado perfora su traje protector, desgarrando carne y tendones. Con un grito ahogado, el RipperDoc activa su escalpelo láser y corta el brazo robótico, liberándose.

La sangre marca su camino mientras alcanza la pasarela. El Director, sorprendido por su determinación, retrocede.

—Impresionante, pero inútil —dice, ajustando el Controlador—. Esta tecnología está más allá de tus capacidades.

El RipperDoc sonríe, revelando un pequeño implante en su paladar.

—Mi especialidad es instalar y modificar cibernética. ¿Crees que no reconozco un circuito simbiótico cuando lo veo?

Con un movimiento veloz, el RipperDoc conecta sus propios neurotransmisores al Controlador. Una descarga eléctrica recorre su cuerpo, haciendo que se convulsione. El Director intenta apartarlo, pero ambos están ahora conectados al dispositivo.

Abajo, los robots comienzan a funcionar erráticamente, algunos colapsando, otros atacándose entre sí.

—¡Lo está sobrecargando! —grita el Guerrero Psiónico—. ¡Está usando su propio sistema nervioso como conductor!

El Director lucha por mantener el control, pero el RipperDoc ha creado un bucle de retroalimentación. Con un último esfuerzo, el médico gira una serie de diales en su propio brazo cibernético, enviando una sobrecarga masiva al sistema.

El Controlador Neural explota en una lluvia de chispas. El Director sale despedido hacia atrás, golpeándose contra una consola. Los robots se detienen instantáneamente, volviendo a su estado inerte.

El RipperDoc cae de rodillas, humo saliendo de sus implantes. El Guerrero Psiónico y el Contrabandista corren hacia él.

—Sistema nervioso comprometido —murmura débilmente—. Daño moderado en implantes frontales. Nada que no pueda... arreglar.

El Hacker examina el cubo de datos que recuperaron de la biblioteca.

—Tenemos toda la información. El plan completo de Socity. Podemos detenerlos definitivamente.

El Director, malherido pero consciente, intenta arrastrarse hacia una salida. El Contrabandista coloca un pie sobre su espalda, deteniéndolo.

—Creo que tendrás mucho que explicar a las autoridades cuando lleguen.

Mientras abandonan la fábrica, llevando al herido RipperDoc y arrastrando al capturado Director, el grupo observa las luces de una nave de transporte descendiendo hacia su posición. El Hacker había logrado enviar una señal de socorro a través del sistema de comunicaciones de la fábrica.

El cubo de datos está seguro. El plan de dominación de Socity ha sido frustrado. Pero el costo ha sido alto: han perdido al Exo-Mirmidón, y tanto el Hacker como el RipperDoc necesitarán semanas de recuperación.

Mientras la nave de rescate aterriza, todos comparten una mirada silenciosa. Su misión ha terminado, pero la amenaza que el mapa robado durante su aventura en Laconia representa sigue latente. Y ahora tienen un nuevo conocimiento inquietante: alguien está intentando desarrollar tecnología para esclavizar mundos enteros.

La guerra entre el Imperio y los Insurgentes parece pequeña en comparación con lo que podría venir. ¿O es parte de lo mismo?

Ahora vamos a tirar en "Evolve the background"
🎲 2 /D6. Insurgent army conquers the following area (in numerical order). Diré que 🎲 2 /D5 y ahí elijo el planeta Andalus. Pienso que las reglas se refieren a capturar toda la zona pero me parece demasiado.

Epílogo

Mientras la nave de rescate se eleva sobre los pantanos de Z47, dejando atrás la fábrica de robots y los restos de la biblioteca subterránea, el comunicador de la nave emite una serie de pitidos urgentes.

El piloto activa la transmisión y noticias de todo el sistema estelar comienzan a llegar: la flota Insurgente ha lanzado un ataque masivo y ha conquistado Andalus, el planeta de praderas donde habitan sectarios religiosos. Las imágenes muestran naves de guerra descendiendo sobre las principales ciudades, mientras los estandartes del Imperio son derribados uno tras otro.

El Contrabandista observa la transmisión con expresión sombría.

—La guerra avanza más rápido de lo que pensábamos.

El Guerrero Psiónico, recuperando lentamente sus fuerzas, asiente.

—Y mientras los grandes poderes luchan entre sí, conspiraciones como la de Socity operan en las sombras.

El RipperDoc, vendado y conectado a un estabilizador médico, levanta débilmente la mirada hacia el cubo de datos que obtuvieron a tan alto precio.

—Lo que encontramos hoy podría ser más importante que cualquier batalla entre el Imperio y los Insurgentes. La tecnología para controlar mentes a escala planetaria... eso cambiaría el equilibrio de poder para siempre.

Mientras la nave se aleja del sistema, dejando atrás Z47 y dirigiéndose hacia espacio neutral, el grupo contempla su próximo movimiento. Con Andalus caído ante los Insurgentes, el mapa del sector Legatum continúa transformándose. Y en algún lugar, otros agentes de Socity seguramente continúan trabajando en su plan maestro.

Ahora veamos qué ocurre en las sombras, esto no lo saben los personajes.
In the shadows, someone lurks... 🎲 2 /D6. Space pirates.
... and wants to... 🎲 5 /D6. Protect.
... a target... 🎲 2 /D6. Romullion's daughter.
This mastermind pursues you because... 🎲 2 /D6. A character in your crew is not who it says it is.
In order to reach its final objective... 🎲 3 /D6. Open a passage to another reality.

Lejos de la órbita de Z47, una nave de diseño irregular y distintivo flota entre la oscuridad del espacio. Su casco está reforzado con placas de blindaje recuperadas de naves de guerra imperiales, y sus cañones son una amalgama de tecnologías de todos los rincones del sector. El estandarte negro con una estrella roja partida por un relámpago ondea en la proa: la marca de los Corsarios del Vórtice, la más temida banda de piratas espaciales del sector exterior.

En el puente de mando, una figura esbelta contempla las transmisiones interceptadas sobre la misión en Z47. Nyara Voss, la Almirante Escarlata, observa con interés las imágenes borrosas del grupo de mercenarios escapando de la fábrica de robots.

—Amplía la imagen del médico —ordena, su voz calma pero autoritaria.

Su teniente obedece, y el rostro del RipperDoc aparece en pantalla.

—Continúa con la misión como estaba planeado —dice Nyara, sus ojos brillando con determinación—. La hija de Romullion sigue siendo nuestra prioridad. Mantenla a salvo, sin importar el costo.

El teniente asiente, pero se atreve a preguntar:

—¿Y qué hay del espía entre esos mercenarios? ¿No deberíamos...?

Nyara levanta una mano, silenciándolo.

—El espía hace su trabajo perfectamente. Nadie sospecha que entre ese grupo de aventureros se esconde alguien que no es quien dice ser. —Una sonrisa enigmática se dibuja en su rostro—. Pronto los fragmentos del mapa nos darán acceso a las coordenadas completas. Y entonces, finalmente podremos abrir el pasaje.

Sus dedos recorren un antiguo amuleto que cuelga de su cuello, un dispositivo que parece más antiguo que el propio Imperio.

—Los Antiguos nos mostraron el camino hace milenios. Otra realidad espera más allá de nuestras estrellas... un refugio para cuando este universo sucumba ante la guerra. Y la hija de Romullion es la clave para decodificar los últimos símbolos.

La nave pirata ajusta su curso, alejándose silenciosamente. Mientras tanto, en algún lugar entre los mercenarios que acaban de sobrevivir a Z47, alguien transmite en secreto, preparando el próximo movimiento en un juego que se extiende mucho más allá de la guerra entre Insurgentes e Imperio.

Imágenes creadas con IA de Microsoft Copilot.

Partida en vídeo en YouTube: https://youtu.be/6B5xcbJ756U

Partida en vídeo en Spotify: https://open.spotify.com/show/2gW1vgbPfbcc6PdPsnq2Sm