El sistema no hace lo que yo quiero
Hace unos días me invitaron a participar en una reunión de trabajo de un sistema que están elaborando mediante un consultor externo. El trabajo parecía avanzado pero las bases no lucían sólidas. Una de las invitadas es la persona nexo del trabajo manual que se piensa sistematizar. Al final de la reunión su comentario, en tono de broma fue; bueno, el sistema no hace lo que yo quiero.
¿Por qué este comentario? Pues primero porque el flujo de trabajo real no luce como el visto en el sistema, hay más actores de los requeridos. Es decir, desde la entrada de datos a los informes finales había personas de sobra en el modelo propuesto.
Segundo, a las pantallas de entradas de datos les faltaban algunos campos, dos, que resultan ser de los principales para realizar la evaluación final. Esto implica poco entendimiento de cómo funciona el sistema que se quiere sistematizar.
Tercero, se hablaba en esa reunión del momento y forma de publicar. La invitada aclaró que, debido a la naturaleza de los datos, la información no la podía publicar en su departamento. Esta información la divulga la máxima autoridad de la institución.
¿Realmente mala consultoría, si? eso parece al no contar con un contexto. Como el proyecto se ha atrasado, casi un año, las personas que estaban en un principio han sido rotadas, esto es algo recurrente en muchos lugares y que afecta bastante.
Este cambio de personal se traduce en falta de claridad en los requerimientos y estos terminan sufriendo. También ha sido mala gestión del encargado del proyecto al no supervisar esto. Por suerte el sistema aún no ha sido entregado lo cual asegura la corrección de los errores antes del pago. No importa qué metodología de desarrollo sigás, siempre vas a encontrar errores, la mayoría nace de la condición humana.