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Irresistible: The Rise of Addictive Technology and the Business of Keeping Us Hooked

Autor

Adam Alter

Opinión

Este libro es una ironía pues es adictivo, es irresistible leer el siguiente párrafo, la siguiente idea, la siguiente mención de un estudio.

Habla sobre los problemas de la adicción en humanos de la era digital, adicción que es explotada y controlada por los fabricantes de nuevos dispositivos o programas y las técnicas que utilizan.

En el libro se menciona como es que muchos sino todos los líderes o dueños de empresas tecnológicas prohíben a sus hijos o sobrinos el uso de los aparatos que sus mismas compañías producen.

También habla de los peligros que el poco control y supervisión de éstas tecnología tienen sobre las personas que son más vulnerables o propensas a sufrir adicción.

Hay una parte que habla sobre adicción a los juegos de vídeo o computadora, siento que me habla a mi pues en su momento he tenido que lidiar con estas situaciones. Aún ahora debo ser muy consciente de mi consumo de este pasatiempo porque puede controlar mi vida.

En éste tema hace mención sobre el diseño de algunos juegos que basan todas sus mecánicas en la manipulación y la adicción para tener enganchados por más tiempo a los jugadores que gastan grandes cantidades de dinero.

De igual manera sobre las personas que, gracias a servicios de transmisión en línea, pueden ver temporadas completas de una serie de televisión capítulo tras capítulo. Y así como se diseñan los episodios que los dejan en un asunto sin resolver el televidente se engancha y comienza a ver el siguiente episodio para saber qué ocurrió.

Así mismo habla sobre la creación de hábitos y de cómo es que no se pueden eliminar realmente, sólo se pueden reemplazar con otros hábitos que sean enfocados en mejorar nuestra propia situación. A veces se puede disminuir un hábito y mantenerlo bajo control pero por lo general lo que debe hacerse es reemplazarlo si es dañino.

En otras latitudes, como en el país que este libro fue escrito, existen centros para “desintoxicar” a los pacientes de estas adicciones que son del comportamiento y no de ingestión de sustancias.

El autor hace conciencia en el uso de los teléfonos inteligentes y que realmente midamos cuánto lo usamos y para qué lo usamos, bien podemos usarlo para destrozar filas de frutas virtuales que nos recompensan como soniditos y lucecitas o usarlo para aprender y expandir nuestros conocimientos.

Cosas normales como revisar el correo, que termina siendo algo compulsivo de tener a cero la bandeja de entrada o darle tu dispositivo inteligente a tu hijo o sobrino pequeño resulta ser una mala idea porque se hace sin supervisión. Fui culpable de esto último al darle un teléfono inteligente a mi sobrina de cinco años, lo hice sin pensar en las repercusiones que podría llegar a tener.

O las personas que se vuelven adictas a los ejercicios sin importar que su cuerpo les diga que necesita un descanso. Esto por lo general ocurre que se engancha con apps que rastrean su progreso y lo comparan con otras personas o con dispositivos (wearables) que llevan consigo todo el tiempo.

Discute sobre ciertos estudios que sean han realizado de cómo el humano aprende más cuando sólo tiene pocos años de edad y que no hay que dejarle a la tableta o al teléfono inteligente educar a los más pequeños ya que en realidad no son tan inteligentes estos dispositivos y no son unas buenas niñeras.

Sobre Gamification habla sobre cómo se podría usar para mejorar la vida de las personas utilizando la misma idea de volver todo un juego y hacerlo atractivo y divertido. Pero bien sabemos que Gamification no es realmente un juego y ya que puede o no volverse adictivo llegaría a convertirse en algo malo si no se hace con control.

Con todo y todo este libro describe muy buenos puntos y hace conciencia en su lector para que este tome los asuntos en sus propias manos y que ponga todas las cosas en su lugar y haya un lugar para cada cosa. Lo más importante, hacer que valgan la pena las relaciones con amistades y familia.

A modo de comentario personal; una frase muy adecuada es “todo con medida, nada con exceso”. Cuando se intenta lidiar con alguna adicción, hay que ser muy conscientes en cómo llevamos la vida porque no es un juego y sólo tenemos una.